miércoles, 19 de junio de 2013

Marató Emmona 2013

OBJETIVO CUMPLIDO!

Mi primera maratón de montaña y como me gusta hacer en una de las más duras. 42km 3900+

Es un paso muy importante para mi, porque después de acabar por primera vez una maratón de asfalto (en este caso la maratón de Barcelona) y acabar muy cansado de piernas y con dolores que se alargaron una semana, dar el paso a la maratón de montaña era algo especial.



La montaña tiene algo especial, te hace sufrir mucho. Físicamente cuando estás subiendo para hacer cima la tensión en los gemelos y cuádriceps es constante, siempre te falta el aire y en mi caso sobre los primeros 1.800 metros más o menos me vino un pequeño mareo que me recuerda que esto no es correr en llano y ya, que también tiene que tener muy en cuenta a la altitud en la que estas corriendo.
A nivel mental puede resultar mucho más duro incluso, a la distancia se le suma esa sensación de que sigues corriendo y la cimasigue igual de lejos que hace 30 minutos, cuando empiezas a bajar sabes que todo lo que bajes como mínimo lo vas a tener que subir en para el próximo pico...todo suma para subir el volumen de la voz interior que nos dice....déjalo y acaba con este sufrimiento.




En mi caso esta carrera ha sido muy especial, la noche anterior la pasamos en un hotel en Ribes de Fresser cerca de Sant Joan de les abadesses donde empezaba la carrera a las 6.00 de la mañana. Ruth, mi pareja, me acompañó para calmar los nervios del día anterior y además durante la carrera me seguiría para ir dándome ánimos, sin descanso.

Antes de salir un poco de correr, estirar y  cuando menos me lo esperaba ya estaba en el zig zag que tanto recordaba de la ascensión de la Taga2040 Evo.
Muchos momentos hacen bonitas estas carreras, correr entre animales, ver águilas, correr entre ríos, nieve...A quien le guste correr no se a que espera a probar el TRAIL!

Los momentos más duros fueron después de pasar coma de vaca, el tramo hasta el avituallamiento que había a los pies de Núria antes de hacer la ascensión. Una bajado muy larga y con muchas piedras, además me empecé a deshidratar y tuve que beber del agua que me ofreció el camino. Llegué mi desanimado, porque además llevaba mucho tiempo sin ver a ningún compañero, correr solo es duro mentalmente.

Una vez allí, llegar y ver a Ruth y a mis padres me dio los ánimos suficientes para subir los 6km finales, con 2000+ por delante. Si pude acabar es porque ellos estaban allí, me dieron esa fuerza que yo ya no tenía.


Al final bastante cansado pero contento llegué a Núria, contento de haberlo conseguido y sabiendo que sin ellos casi seguro no hubiera sido capaz de acabar.

GRACIAS!


De vuelta a casa nos encontramos a las amigas que horas antes estaban animando por tramos de la cursa.










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